Erika Vega

Erika Vega

País de origen: Mexico
Categoría: Marca ®

Distinciones:

Erika Yulisa Ibarra Vega nació el 22 de septiembre de 1989 en la ciudad de Nogales, Sonora, México. Es hija de Erika Vega Vega y Víctor Ibarra. Durante su niñez, vivió en un rancho dentro de una trilla con lo indispensable. Con el paso del tiempo, se mudaron a la ciudad y vivieron en una colonia de escasos recursos, sin agua, luz ni drenaje, al lado de un baldío lleno de basura. La casa no tenía puertas y en su lugar usaban cobijas. Se alumbraban con lámparas de petróleo y utilizaban una cubeta como baño. En esa casa, vivió violencia doméstica por parte de su padre. Cuando ocurría algo malo, ella corría a esconderse debajo de la cama, pero cuando su padre no estaba, ella jugaba a ser famosa y actuaba frente al espejo. Odiaba que fuera de noche porque su padre llegaba y era muy violento. Así vivió los primeros 6 años de su vida hasta que su padre fue encarcelado.

Su madre trabajó muy duro para poder vivir en un lugar mejor. Se casó por segunda vez con Jorge, un hombre que se hizo cargo de Erika Yulisa y su hermano menor, Víctor Hugo. Jorge los crió como si fueran sus propios hijos y cuidó de ellos durante años. Erika estudió, pero no completó la preparatoria ya que quedó embarazada a una edad muy temprana, a los 15 años, de una niña llamada Yeimeleth. Decidió irse a vivir con el padre de su bebé, donde también vivió violencia doméstica, tanto física como psicológica. Un día, decidió hacer su vida como madre soltera y regresó a su hogar con su madre y su padrastro, a quien amaba como a un padre.

Regresó a su hogar con sus padres y su hija, y comenzó a trabajar en un autoservicio vendiendo papitas y sodas, ya que no había terminado la escuela y no podía encontrar un mejor trabajo. Mientras vendía frituras, se arreglaba muy guapa y siempre la buscaban para modelar, ya sea en el periódico local o en alguna revista de moda local. Fotógrafos de la frontera de Arizona y otros lugares la buscaban, pero no le pagaban por modelar, por lo que no podía renunciar a su trabajo y modelaba como pasatiempo.

Con el tiempo, se le presentó la oportunidad de trabajar en una agencia de bienes raíces, donde aprendió sobre computación y logró superarse. Pasó de vender frituras a vender casas. Un año después, asistió a un casting para ser conductora de un programa y fue seleccionada para conducir el programa «Zona 3», un programa a nivel estatal transmitido en todo Sonora. Fue así como se dio a conocer y fue en ese momento cuando creó su cuenta de Facebook, convirtiéndose en una influencer en esa plataforma y conductora en Canal 3.

Un día, el canal cerró y Erika quedó desempleada, con una hija como madre soltera. Tres meses después de su desempleo, asesinaron a su padrastro, su figura paterna. Su vida volvió a desestabilizarse y su familia quedó en una situación difícil. Erika invitó a su mamá a vender burritos e invirtieron lo poco que les quedaba en tortillas, frijoles y otros productos para vender en la calle. Trabajó vendiendo comida por un tiempo y tuvo muchos otros trabajos.

Un día, descubrió la red social Instagram y decidió abrir una cuenta donde subía fotografías de su día a día. Sin darse cuenta, ya tenía 10 mil seguidores, luego 50 mil, luego 100 mil, y poco a poco su cuenta fue creciendo. Se dio cuenta de que podía cobrar por hacer publicidad y comenzó a vivir de las redes sociales durante años. Actualmente, Erika cuenta con 1.6 millones de seguidores y gracias a Instagram tuvo la oportunidad de crear su propia marca de fajas colombianas llamada «Skin by Erika Vega», la cual ha sido un éxito y es reconocida a nivel mundial. Erika se convirtió en empresaria y CEO de su propia marca.

Hoy, a sus 32 años, Erika se casó y tuvo una segunda hija llamada Samarie. Actualmente reside en Guadalajara, Jalisco, y lleva sus negocios desde sus oficinas en Zapopan y sus bodegas en Nogales, Sonora, y Nogales, Arizona. «Skin by Erika Vega» se ha convertido en una compañía muy grande y actualmente está por dar un giro e incluir su propia línea de ropa.